Es un absurdo que me preguntes qué tal estoy. Te voy a decir siempre que bien aunque me esté muriendo.
Y si te digo que estoy mal me vas a ofrecer ayuda, porque eres
políticamente correcto y no dices que no, pero luego no vas a cumplir, nos
conocemos.
No somos amigos.
Cuando te necesité no estabas porque "bastante tienes con lo
tuyo", cuando te pedí algún favor dijiste que sí y luego te escaqueaste.
Cuando te ofrecí mi apoyo no aceptaste porque "tus problemas son sólo
tuyos". Cuando te di consejos me ignoraste y los
seguiste cuando te los dijeron otras personas.
Cuando busqué algo de
felicidad me dijiste que me la buscara en otra parte, "que tú estaban bien y ya tienes tu vida".
Me fallaste como amigo antes que como pareja. Me has
demostrado que no puedo confiar en ti, no esperes que seamos amigos así sin
más, solo porque el tiempo lo diluye todo.
Si quieres hablar o tienes algo que decir, te escucho.
Siempre he estado dispuesta a escuchar, pero tú nunca has estado
preparado para hablar. Sigo dispuesta a escuchar, eso no va a cambiar.
Sigo dispuesta a dialogar como personas. Pero yo por mi
parte no tengo nada que decir, sobre todo si nada ha cambiado.
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