Cuando el acaudalado propietario del mayor canal de comunicación cristiano muere en un accidente de avión, su mujer y sus hijos descubren, sorprendidos, que tienen hermanos ilegítimos que también figuran en el testamento. Cuando la matriarca intenta deshacerse de ellos pagándoles algo de dinero, éstos ahora legitimados descendientes deciden que no sólo no piensan desaparecer tan fácilmente, sino que además quieren formar parte del imperio familiar. (FILMAFFINITY)
OPINIÓN
Mezcla de telepredicador, conservadurismo americano, familia de bien y cristiana y asuntos turbios de dinero. Interesante, sobre todos la doble moral que acaban teniendo casi todos los personajes cuando sus valores se enfrentan al dinero o al poder. Bien sin más.
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