Narra situaciones en las que nos podemos reconocer y que preferiríamos no explicar, o incluso olvidar. Encuentros inesperados, momentos ridículos o decisiones absurdas, cinco historias con una mirada ácida y compasiva a la incapacidad para gobernar nuestras propias emociones. (FILMAFFINITY)
OPINIÓN
Las películas que se cuentan los protagonistas de las historias si que son para no contar. A partir de situaciones bastante normales montan una historia que en la mayoría de los casos es divertida a la par que absurda. Se ve bien.
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