Un criminal de Chicago se ve obligado a esconderse en un pequeño pueblo de arrecifes australiano haciéndose pasar por el nuevo reverendo de la Iglesia local. (FILMAFFINITY)
OPINIÓN
Hay varias incongruencias en el personaje principal ya que por un lado parece buena persona y ayuda a los demás pero por otro lado sigue con sus temas ilegales y de delincuencia. Hay personajes curiosos como la chico que vive en la casa parroquial y su amigo. Se deja ver.
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