La serie gira en torno a la marginada social Jenna Hamilton (Ashley Rickards), una joven de 16 años que, después de un accidente tonto que los rumores malinterpretan como un intento de suicidio, empieza a ser observada por todos los estudiantes de su instituto. Ante esta situación, y ayudada por su desgracia, se hace popular entre sus compañeros. Ahora tiene que lidiar con su nuevo y poco divertido estigma, mientras hace frente al drama diario que significa ser adolescente. (FILMAFFINITY)
OPINIÓN
Comenzó bien, con la típica chica adolescente invisible que por azar del destino se convierte en el centro de atención. En este caso no por un baile o por un chico, sino por un malentendido con un intento de suicidio. También me llamó la atención que se acostara con su amor platónico en un campamento (¿os suena de algo?, es que acabo de releer mis entradas). Y demás que ese amor platónico tampoco fuera el chico más perfecto del mundo. Luego la serie ha ido evolucionando y Jenna se ha convertido en un personaje algo insufrible, aunque sigo enganchada a ella y su relación con Matty McKibben.
No hay comentarios:
Publicar un comentario