DIME QUE ME QUIERES (TV) (2007)

SINOPSIS
Serie de la HBO con mucho sexo y terapia estrenada en septiembre de 2007 en Estados Unidos, "Dime que me quieres" es un intenso drama televisivo creado por Cynthia Mort (guionista de series como Roseanne o Will y Grace), que también actúa como productora ejecutiva de la serie junto a Gavin Polone.

El argumento se centra en tres parejas que se enfrentan a diferentes problemas en sus relaciones, lo que lleva a todas ellas a pasar por la consulta del mismo terapeuta. De ese modo se profundiza en la conexión entre los miembros de cada pareja y en la fina línea que separa la sexualidad de la intimidad, todo ello teniendo como testigo a la doctora May Foster, a cuya consulta acuden los seis protagonistas.

Las tres parejas, de distintas edades y situaciones, son las siguientes: por un lado están Dave y Katie, cuarentones y muy felices con su vida matrimonial excepto en todo lo relacionado con el sexo. Carolyn y Palek, en cambio, viven inmersos en la treintena, y desean fervientemente tener un hijo, aunque la presión por conseguirlo les está pasando factura en su convivencia diaria. La tercera pareja está formada por Jamie y Hugo, dos veinteañeros que salen juntos y están comprometidos, aunque tienen problemas a la hora de mantener la fidelidad que ambos se han prometido.

Entre los actores que protagonizan la serie se encuentran Jane Alexander (ganadora de un Emmy por su trabajo en Warm Springs, una miniserie también de HBO y nominada a los Oscar en 4 ocasiones, Michelle Borth (de la serie Wonderland), Tim DeKay (a quien hemos podido ver en Carnivale), Aislinn Paul (de Degrassi: La nueva generación), Adam Scott (Knocked Up), Kate Towne (Blades of Glory), Sonya Walger (que también acaba de interpretar a Penny Widmore en 5 episodios de Perdidos) y Ally Walker (de la serie Profiler).

Entre el grupo de actores invitados que intervienen en Dime que me quieres encontramos tres rostros especialmente conocidos para el público español, concretamente a David Selby (una de las estrellas de la mítica Falcon Crest), Ian Somerhalder (que daba vida a Boone en Perdidos) y Sherry Stringfield, más conocida como la doctora Susan Lewis en Urgencias).

Dime que me quieres ofrece una visión directa y a veces cruda de la realidad diaria que afecta a millones de parejas en todo el mundo. Para gran parte de la crítica norteamericana, la gran cualidad de la serie es la capacidad que ofrece para que los espectadores se identifiquen con los protagonistas y sus problemas diarios, sea cual sea su edad o nivel socio-cultural. Para otros, el guiño que ofrece esta nueva producción de HBO es permitir al espectador convertirse en una especie de voyeur que sigue de cerca a los protagonistas no sólo en su terapia, sino también en la intimidad de su dormitorio.
(FILMAFFINITY)

CRITICA
Sexo. Vida
La serie más sexualmente explícita de la televisión. Así nos vendían 'Dime que me quieres' desde el canal TNT y así es verdaderamente como mejor puede venderse el producto. Desde luego, no engañan a nadie. Las escenas de cama estimulan más de un órgano por su extremado realismo, hasta el punto que como no podía ser de otra forma, en Estados Unidos ya se han apresurado en calificarla de pornográfica. Pero si bien en este respetable género, el sexo es el fin, en la arriesgada serie de la HBO, felaciones y eyaculaciones son el medio para reflexionar sobre la pareja y sus relaciones sexuales.

¿Qué hay de malo en mostrar un pene erecto, o una mujer masturbando a su marido o su propia eyaculación? ¿Es que nadie sabe de lo que estamos hablando? Desde el momento en que una producción audiovisual pretende emular la vida cotidiana del espectador, parece increíble que siempre termine obviando uno de sus componentes más esenciales. Como bien reza el eslogan de la serie (“Sex. Life”), sexo y vida van bien cogidos de la mano y resulta del todo inútil ignorarlo.

La gran apuesta de esta serie no es otra que mostrar sin calculados planos lo que el resto de producciones no pornográficas se esfuerza en ocultar. Y el gran logro es, sin duda, un elenco de actores valientes y osados que han aceptado el reto de mostrar el sexo en pantalla hasta sus últimas consecuencias. No debe ser nada fácil, sin ser Nacho Vidal o Rocco Sifredi, dejar que tu compañera de reparto te masturbe ante las cámaras. Si a eso añadimos la naturalidad que transfieren a sus personajes, sólo cabe quitarse el sombrero ante semejantes intérpretes.

Sorprende que una producción tan honesta y abierta como esta provenga de un país que tan fácilmente relacionamos con el conservadurismo y la censura. Si nos miramos el ombligo, resulta impensable imaginar que una productora española financie algún día para la televisión, aunque sea de pago, una serie tan elegante e inteligente como Dime que me quieres. Aunque hay que recriminarle que el tratamiento no sea el mismo para la pareja más veterana (sexo y tercera edad es otro tabú si cabe más grande), los estudios norteamericanos pueden estar bien orgullosos de haber creado una nueva obra maestra para la televisión. Aquí, mientras tanto, nos conformaremos con Cuestión de sexo.
(polvidal para filmaffinity)

OPINIÓN PERSONAL
Reconozco que el principio empecé a ver la serie por las polémica levantada a cuenta de las escenas de sexo. (lo reconozco, soy una pervertida, jeje). Pero me enganchó totalmente. Se ven retratados problemas de pareja relacionados con problemas personales. Problemas que no se suelen hablar abiertamente y muchas veces están escondidos en el fondo del corazón.
Las parejas protagonistas son humanas, los actores lo hacen muy bien, y se muestras situaciones íntimas (incluidas las escenas sexuales) sin ningún tipo de disfraz o adorno.
Me enganché a los protagonistas. Con los que más me encariñe era con la pareja de mediana edad y sus problemas para tener sexo. SPOILER (menos mal que todo acaba bien, si se llegan a divorciar me da un infarto) FIN SPOILER
Y con la doctora. Tan profesional delante de los pacientes, pero sufriendo por dentro sus propios problemas. Incluso cuando creemos que es perfecta y conoce todas las respuesta, todavía en su vida tiene asuntos sin resolver.