
Después de asistir a Glasgow a una desastrosa reunión de trabajo y de tomarse un par de vodkas, ¿o fueron tres?, para levantar el ánimo e infundirse valor, Emma Corrigan se sube por fin al temible artefacto volador para regresar a Londres. El vuelo resulta especialmente movido: algunos pasajeros gritan, las azafatas se abrochan los cinturones con caras lívidas, y Emma se agarra desesperadamente a los brazos de su asiento. Presa del pánico de su boca empiezan a brotar todos sus secretos, sus sueños más ocultos y sus deseos más inconfesables, que van a parar a oídos del silencioso pasajero que, inmutable, la escucha sentado a su lado. Emma no se deja nada: desde el día que perdió la virginidad hasta la nota de matemáticas que falsificó en el currículo. Pero este mal trago no será nada comparado con lo que le espera el lunes en la oficina, donde se corre la voz del que el presidente de la megacorporación americana para la que trabaja se encuentra de visita en la sede londinense. En medio del nerviosismo general Emma decide acercarse a la máquina de café y se cruza con el gran jefe…
(Info extraída de novelass)
OPINIÓN PERSONAL
La historia es divertida y los "secretos" de la protagonista son de lo más normal y hace que te sientas identificada con ella. Lo único que impide que te identifiques del todo es que justamente el multimillonario dueño de la empresa en la que trabajas quede "cautivado" por tí cuando comienzas a contarlos. Es la típica situación en la que si te pasa eso, la otra persona pone cara de fastidio y trata de evitarte en el futuro. Pero una novela romantica es una novela romantica. No importa el caracter de los protagonistas porque el "amor" está por encima de ello. Una fuerza superior los ha unido y no importa el caracter que tengan ni cómo se comporten porque siempre acaban juntos. Es el destino. (Ja, y yo me lo cre. Hoy me toca ser un poco exceptica con estas cosas).
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